Cuarta hija del matrimonio de Antonio José Torres Rojas con María Angélica Martínez Laxce. Llega a la ciudad Sucre en 1938, cumple estudios en la Escuela “Nicolás Ortiz”, en el Liceo de señoritas “Josefa Mujía” y dactilografía en el Instituto “Aurora Rossells”, apoya a su padre en sus quehaceres cotidianos, también en la producción e impresión del semanario “El Lábaro”.
Posteriormente, empieza a participar como discípula en el tallado en madera del maestro Mauro Núñez Cáceres, renombrado artista. Con ésta nueva motivación, ingresa a la Escuela de Artes Plásticas Zacarías Benavides, donde termina la carrera como alumna aventajada del escultor en piedra Alejandro Ortega. En forma paralela a ésta carrera, se inscribe en la primera promoción de Turismo, de la Universidad de Mayor y Pontificia de San Francisco Xavier, donde se apasiona por la investigación gracias a las clases impartidas por sus profesores: el Dr. Manuel Giménez Carrazana, el Rvdo. Porfirio Miranda Rivero, entre otros. Egresando de turismo, viaja a La Paz, para realizar estudios en cerámica, en el taller de Jorge Medina Medina, con quién años más tarde trabajaría para el Comité de Desarrollo y Obras Públicas de Chuquisaca en el Proyecto de Desarrollo, Artesanía y Arte Popular de Chuquisaca (1977).
Inicia su vida laboral institucional como secretaria en el Batallón IV de Ingeniería y luego pasa a trabajar en la Corporación de Desarrollo de Chuquisaca, institución donde desarrolla sus conocimientos en el campo del turismo, la cerámica, la investigación y la bibliotecología, habiéndose jubilado en ella. Fue miembro investigador de: la Comisión de Arte Sacro de Sucre, de la Sociedad Geográfica y de Historia de Sucre, del Instituto Boliviano de Genealogía Sucre y de la Academia Eclesiástica de Bolivia.
En el ámbito de la investigación realizó la catalogación de las obras artísticas de la mayoría de las iglesias y conventos católicos de la ciudad de Sucre, sobresaliendo la catalogación pormenorizada de las joyas de la Virgen de Guadalupe. Dentro de su producción intelectual destacan dos obras: Una obra cumbre América india, Bolivia y Chuquisaca precolombina (1987) y Los Topónimos de la ciudad de Sucre (1990), además de colaborar escribiendo artículos para publicaciones tanto en Bolivia como en el exterior, fue merecedora de varios premios, entre los que ella más apreciaba está un primer premio en fotografía otorgado por la Kodak.
Realizó numerosas exposiciones con piezas pirograbadas en madera y de cerámica utilitaria inspirada en la simbología cultural indígena; firmando la mayoría de sus obras como Blanca Thórrez.
Material fotográfico ingresado por donación
*Biografía realizada con el apoyo de Elizabeth Torres